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| Dos décadas después, el 11 de abril de 2002 sigue siendo una herida abierta para los venezolanos |
Los sucesos de abril de 2002 determinaron la marcha del sistema político en Venezuela. Hace 20 años, un golpe de Estado derrocó al ese entonces presidente de Venezuela Hugo Chávez.
El 11 de abril de 2002, el país vivió una jornada de intensas protestas. Aunque los hechos aún no están esclarecidos y las cifras de muertos y heridos difieren, se contabilizan que en esa fecha hubo 19 muertos, todos por heridas de bala.
Los hechos
Los hechos que llevaron a todo lo acontecido durante el mes de abril de 2002 comenzaron meses atrás, cuando Chávez anunció un acuerdo de cooperación con Cuba e inició su intervención en Pdvsa.
La industria petrolera se revolucionó desde ese momento. Se realizaron manifestaciones, llamados a paro y huelgas en todo el territorio venezolano. Como respuesta a estos hechos, Chávez despidió en cadena nacional a siete altos ejecutivos de la estatal petrolera Pdvsa y otorgó la jubilación a otros 12.
Para ese 11 de abril la patronal Fedecámaras, la Confederación de Trabajadores de Venezuela (CTV) y algunos dirigentes de organizaciones sociales convocaron una marcha en protesta por la promulgación de un paquete de leyes habilitantes y pedían la dimisión del Presidente.
La marcha pacífica de ese día arrancó, según cifras, con un millón y medio de personas del Parque del Este, con destino la sede de Pdvsa en Chuao, donde se mantuvieron un tiempo. Sin embargo, luego se dirigieron hacia al Palacio de Miraflores, sede del gobierno en Caracas, en cuyo alrededores se encontraban simpatizantes de Hugo Chávez concentrados desde el 9 de abril.
Chávez llama a la calma mientras francotiradores comienza la masacre
Los manifestantes comenzaron su camino a Miraflores, pero fueron emboscados a pocas cuadras del Palacio de Gobierno por pistoleros y francotiradores que dispararon a mansalva, de acuerdo con una investigación realizada por el periodista Francisco Olivares.
Una hora y 43 minutos fue el discurso que Chávez dio frente a las cámaras de televisión. La transmisión pretendía esconder los acontecimientos sacando forzosamente a Radio Caracas Televisión, Venevisión, CMT y Televen del aire.
Solo Globovisión, para entonces dirigida por Alberto Federico Ravell, permanecía en sintonía, con la pantalla dividida en dos. Del lado izquierdo continuaba el Presidente, mientras del lado derecho se hacía una reposición de lo ocurrido en el centro de Caracas.
En paralelo, militares de las Fuerzas Armadas Venezolanas estaban reunidos planificando el golpe de Estado.
La caída de Chávez
Tras varias horas sin conocerse lo que sucedía y en una tensa calma, en la madrugada del 12 de abril, el general en jefe de la Fuerza Armada Lucas Rincón Romero anunció la renuncia, y detención de Hugo Chávez.
«Los miembros del Alto Mando Militar de la República Bolivariana de Venezuela deploran los lamentables acontecimientos sucedidos en la ciudad capital en el día de ayer. Ante tales hechos, se le solicitó al señor presidente de la República la renuncia de su cargo, la cual aceptó. Los integrantes del Alto Mando ponen sus cargos a la orden los cuales entregaremos a los oficiales que sean designados por las nuevas autoridades», dijo Rincón Romero acompañado de otros generales y almirantes.
Militares y civiles trasladaron a Hugo Chávez, de Miraflores al Fuerte Tiuna y luego a la isla venezolana de La Orchila, donde se mantuvo hasta su regreso el 13 de abril.
Seguidamente, el presidente de la Federación de Cámaras y Asociaciones de Comercio y Producción de Venezuela (Fedecámaras), Pedro Carmona Estanga, asumió la presidencia del país alegando un vacío de poder tras la firma de la llamada “Acta de Constitución del Gobierno de Transición Democrática y Unidad Nacional”.
El 12 de abril el golpe había triunfado y así lo registraban los titulares de los periódicos.
En el mismo acto celebrado en Miraflores, Carmona disolvió la Asamblea Nacional y derogó la Constitución aprobada por el voto popular.
El regreso y las consecuencias
El sábado 13 diferentes medios de comunicación internacionales informaban que Chávez no había renunciado sino que había sido detenido.
Las manifestaciones volvieron, pero esta vez a favor del regreso de Chávez. Se vivió la incertidumbre en los que habían proclamado el “vacío de poder” y finalmente el propio Carmona renunció. En la madrugada del domingo 14 de abril Chávez regresó al Palacio de Miraflores acompañado de los que coreaban “volvió, volvió”.
Dos décadas después, el 11 de abril de 2002 sigue siendo una herida abierta para los venezolanos.
La historiadora venezolana Margarita López Maya, doctora en Ciencias Sociales por la Universidad Central de Venezuela y presidenta del Latin American Studies Association aseguró en una entrevista en BBC que el 11 de abril «sirvió para una polarización política que se está extinguiendo en la población de Venezuela, pero no en las élites de poder».
«En las élites sigue esta polarización porque los actores siguen siendo más o menos los mismos y son los que hoy se sientan en la mesa de negociación. Y es uno de los problemas por el cual no podemos salir de esta situación», dijo.
Tras el golpe de abril de 2002, el chavismo se apresuró a tomar el control absoluto de la industria petrolera. Después vino el desmantelamiento de las instituciones para garantizar el poder absoluto y sostenido: Consejo Nacional Electoral, Tribunal Supremo de Justicia, Contraloría General de la Nación, Procuraduría, Defensoría del Pueblo.
Luego vino la expropiación de la empresa privada como retaliación política, como acto hegemónico del poder, o simplemente como una nueva forma de robar.
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