Inteligencia ucraniana: el complot ruso para matar a Putin ya está en marcha

 

La Dirección General de Inteligencia del Ministerio de Defensa de Ucrania ya dio incluso el nombre del posible sucesor de Vladímir Putin, que buscaría restablecer relaciones con Occidente

“¿Cómo se frena a Putin? ¡Matándolo!”, señaló el excanciller argentino Carlos Ruckauf, ante la sorpresa de los periodistas en un set de televisión, cuando recién comenzaba la invasión a Ucrania. Con el correr de los días, más voces de la política se animaron a poner sobre la mesa matar a Putin como la única solución a la crisis de Europa del este, que ya afecta a todo el mundo. Jean Asselborn, ministro de Relaciones Exteriores de Luxemburgo y exviceprimer ministro de ese país, también se expresó en ese sentido: Sin muchas vueltas, el funcionario expresó su deseo de que Putin sea «eliminado físicamente por una revuelta para detener la guerra».

Para la inteligencia de Ucrania, este plan para matar a Putin ya estaría siendo puesto en marcha por «un grupo de miembros influyentes de la élite rusa». Según la información proveniente de estas fuentes, el plan sería «a la Putin». Podría decirse, incluso, que se trataría de «una dosis de su propia medicina». Hablamos de la utilización de veneno mortal, para generar un cambio en el liderazgo lo antes posible y retomar los vínculos pacíficos y económicos con Occidente. Tampoco descartaron que el deceso inducido sea producto de algo que se perciba como «un accidente», una «muerte súbita» o el desenlace de una supuesta «enfermedad».

Según publicaron varios medios internacionales, la oligarquía rusa, tan perjudicada por las sanciones que tuvieron lugar desde el inicio de la sangrienta invasión, ya habría solucionado el dilema del nombre del sucesor. El candidato sería Alexander Bortnikov, director de la FSB, el actual servicio de inteligencia ruso, fundado por Boris Yeltsin en 1995. El personaje en cuestión tiene setenta años, ostenta su cargo en la influyente agencia desde 2008 y, hasta ahora, siempre fue considerado como uno de los hombres del «círculo íntimo» de Putin.

Según estos informes de inteligencia, Putin, ante la adversidad de un conflicto armado que no se resolvió en los tiempos que deseaba, está mostrándose «cada vez más paranoico». El mandatario se estaría quejando permanentemente de los supuestos «traidores» y de la «escoria» de sus propias filas, de los que desconfía por la filtración de información sensible.

Yates embargados y a la deriva

En simultáneo con las imágenes de la guerra y el desastre económico en Moscú, una de las noticias que se repite casi a diario es la incautación de los yates de los multimillonarios rusos, que tienen lugar en toda Europa. Recientemente, en las costas de Barcelona, la justicia española retuvo la embarcación del magnate Serguei Chemezov, titular del conglomerado Rostec. El megayate está valorado en 128 millones de euros.

Lo mismo ocurrió en Italia con el Sy A del multimillonario Andrey Melnichenko, que tiene una fortuna estimada en 20000 millones de euros. El yate que le confiscaron es uno de los más grandes del mundo y tiene un valor de 500 millones de euros.

Probablemente, para evitar el mismo destino, Roman Abramóvich dio la orden de que su Solaris, de 140 metros de extensión, navegue permanentemente lejos de cualquier puerto que pueda llegar a retenerlo. La nave dejó un astillero español el 8 de marzo y anda sin rumbo en las inmediaciones de Turquía para evitar cualquier tipo de sanción. ¿El capitán estará esperando la muerte de Putin para volver a tierra firme?

Marcelo Duclos

Marcelo Duclos

Nació en Buenos Aires en 1981, estudió periodismo en Taller Escuela Agencia y realizó la maestría de Ciencias Políticas y Economía en Eseade. Es columnista de opinión invitado de Perfil, Infobae y músico.

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